“Usando los avances modernos de las
ciencias resultó posible abordar
de nuevo los problemas fundamentales:
¿Qué es el hombre? ¿Cuál es su relación
con el universo? ¿Qué es el universo?”.

— L. Ronald Hubbard

Fotografía de L. Ronald Hubbard

La Filosofía Triunfa 2000 años Después
de L. Ronald Hubbard

En lo que equivale a las palabras definitivas del lugar que ocupa Scientology dentro de la tradición de la filosofía, tenemos el ensayo de L. Ronald Hubbard: “La Filosofía Triunfa 2000 Años Después”. Escrito a finales de febrero de 1966, es un reconocimiento para los que él considera los legítimos predecesores de Dianetics y Scientology, en particular, los filósofos griegos Aristóteles, Sócrates, Platón y Euclides.

La filosofía no murió con la antigua Grecia.

De la filosofía natural de aquellos tiempos surgió la ciencia.

Los prodigios de los coches cromados y de metal, los aviones, la bomba atómica y hasta los satélites tienen sus raíces en la firme base de la filosofía griega.

Pero Sócrates, Aristóteles, Euclides, Tales, Heráclito, Parménides, Demócrito, Pitágoras, Platón y todos los demás no tenían en mente la fabricación de cosas materiales cuando dieron su conocimiento al mundo.

Aunque todas estas grandes cosas se desarrollaron a partir del pensamiento y las matemáticas de los griegos, los grandes nombres de la filosofía consideraron que habían fracasado.

Aunque todas estas grandes cosas se desarrollaron a partir del pensamiento y las matemáticas de los griegos, los grandes nombres de la filosofía consideraron que habían fracasado.

Y así fue: fracasaron. Hasta el día de hoy.

Y así fue: fracasaron. Hasta el día de hoy.

Porque su meta filosófica era la comprensión del espíritu humano y su relación con el universo. Y solo pudieron especular sobre ello. Nunca demostraron su argumento de que el hombre era un espíritu revestido de carne, solo pudieron aseverarlo.

Y así se ahogaron en la avalancha de superstición que sumió al mundo en la Edad Media.

¿Por qué fracasaron? Necesitaban las matemáticas superiores y la electrónica que sus filosofías desarrollarían dos mil años después.

Estas se desarrollaron. Pero se utilizaron para otros propósitos, y el hombre dio la espalda a sus elevados sueños, mientras construía aeroplanos para bombardear ciudades y bombas atómicas para acabar con una humanidad que nadie había comprendido jamás.

Hasta la llegada de Scientology.

Y en ella, las metas de la filosofía griega han vuelto a cobrar vida.

Usando los avances modernos de las ciencias resultó posible abordar de nuevo los problemas fundamentales: ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es su relación con el universo? ¿Qué es el universo?

Scientology, tras un tercio de siglo de investigación y búsqueda cuidadosa, puede responder, con verdad científica, a esas preguntas y demostrar las respuestas.

Esto es muy sorprendente.

Nos hemos alejado tanto de Tales, Heráclito, Parménides y Demócrito que casi hemos olvidado lo que trataron de descubrir. Pero si consultas los escritos de las obras que escribieron hace más de dos mil años verás lo que era.

Querían que el hombre tuviera conocimiento. No fracasaron. Pusieron los cimientos para una base firme sobre la cual los griegos de la antigüedad pudieran construir. Y más de dos mil años después, nosotros podemos proporcionar todas las pruebas que necesitaban.

Esas pruebas, sus verdades y su gran potencial de mejoramiento para el individuo y para toda la humanidad son hoy en día una tarea terminada en Scientology.

Hemos alcanzado la estrella que ellos vieron. Y sabemos lo que es. Descubrirás su valor cuando seas Scientologist, un ser que ha logrado conocerse a sí mismo, conocer la vida y el universo, y que es capaz de ayudar a quienes le rodean a alcanzar las estrellas.